¿Cómo publicar un libro de cocina? Los secretos de la literatura gastronómica

Como en toda temática, los libros de cocina tienen unas reglas que tener en cuenta (si bien cada autor debe imprimir sus propias características a su obra). Si eres de esos maestros gourmets que desea compartir sus conocimientos con los lectores, atento porque te vamos a desvelar las claves de cómo publicar un buen libro de cocina para que hagas realidad tus sueños más gastronómicos, y literarios.

Define el tipo de cocina sobre el que vas a hablar

Al igual que una novela, o en un poemario, debe existir un nexo conector a lo largo de las páginas. ¿Cómo aplicar esto al género de cocina? En primer lugar decide sobre qué tipo de platos vas a hablar: ¿va a ser un título centrado en gastronomía japonesa, hindú o española? ¿Vas a hablar de diferentes platos para un almuerzo o vas a enfocarte en las cenas?

No tienes que enfocarte en una sola temática. Volviendo a los ejemplos de los distintos tipos de gastronomía, tu libro de cocina puede ser un  compendio de recetas internacionales. Si apuestas por esta diversidad de platos en tu título, recuerda estratificarlos bien a lo largo de las páginas y definir muy bien en dónde se encuentra el lector, quien puede confundirse un poco si pasa de ver cómo preparar un pollo tikka masala, para después hablar del salmorejo cordobés para acto seguido comentar las instrucciones del cerdo agridulce.

Por otro lado, si te decides por publicar un libro de cocina en el que incluyas recetas tanto para desayuno, como para almuerzo o cena, debes elegir también la estructura. Por ejemplo, si vas a dedicar un capítulo a la primera comida del día, o si tu obra va a recoger menús completos para toda una jornada.

La importancia del lenguaje

¿A qué público vas a dirigirte? Si quieres que tu libro de cocina conquistar al público especializado, recuerda que tendrás que utilizar una mayor cantidad de tecnicismos y de lenguaje típico de este sector. Recuerda, utilizar este argot específico no quiere decir que caigas en la pedantería o en el esnobismo.

Si vas a dirigirte a un público más común, es decir, recetas para el día a día de las personas, opta por un lenguaje más coloquial. En ambos casos también puedes también incluir pequeñas curiosidades sobre estos platos, bien relacionadas con alguna anécdota que hayas vivido con su preparación, o sobre la historia que dio origen a este menú.

En cualquier caso, trata de ser conciso. No te andes por las ramas, deja las anécdotas para el final y que quede bien claro al lector cómo preparar la receta que le presentas. No te alargues y deja conceptos definidos, en especial todos aquellos que se refieren a ingredientes y a pasos a seguir.

Conquístalos por el ojo

¿Qué aspecto tienen los platos que resultarán de estas recetas? Una imagen vale más que mil palabras, así que trata de recopilar varias fotografías de los platos que propongas. Si no puede ser de todos los que incluyas, asegúrate de que las comidas más vistosas al menos tengan representación en imagen.

Además, aprovecha las ventajas de las nuevas tecnologías a la hora de publicar un libro de cocina. Lleva la experiencia más allá de las páginas: crea un canal de YouTube en donde muestres paso a paso cómo cocinar un plato, y redirige a los lectores de tu obra a través de códigos QR expuestos en las páginas de tu obra. Una genial ayuda que hará que destaques y crees una conexión especial aquellos que compren un ejemplar.