En el corazón de Ciudad Mazapán se alza el edificio Almendra, un lugar tan peculiar como entrañable donde conviven vecinos muy diferentes entre sí, pero unidos por la magia de la convivencia. Desde la guitarra eléctrica de María Soledad hasta los pasteles sin fin de Anthony, pasando por los maratones de series de Rigoberto y Cecilia o las lecturas en el baño de Repollo, cada piso guarda una historia única y divertida.
A través de sus simpáticos personajes, este libro celebra la diversidad, la tolerancia y la importancia de cuidarse mutuamente, demostrando que, pese a las diferencias, la vida compartida puede ser todo un festín de risas, olores y sonidos.