En Galicia, hay una serie de piedras que se llaman «as pedras do acordo» o «pedras do encontro» (las piedras del encuentro), están repartidas por toda su geografía y marcan los límites de las parroquias. Las más habituales tienen tres lados y son pocas las que terminan configurándose con cinco. Pero, existir, existen como «A pedra do acordo de Gondomar». Y en esa forma de pentágono, decían las leyendas, se congregaban las brujas para hacer sus aquelarres, vistiéndose con los musgos frondosos y deshaciendo su piel en la piel de los viejos robles.