Cómo se documentó la novela
Desde el principio tuve claro que EL FINAL debía sentirse real, cercano, posible. Por eso todos los escenarios que aparecen —Getafe, Almagro, el Castillo de Calatrava— son lugares auténticos. Algunos los conocía a fondo, otros los había visitado y tuve que investigarlos más para que los personajes se movieran con naturalidad por ellos.
Usé mapas, fotografías y rutas reales. Quería que el lector pudiera imaginar a Paco, Álvaro o Roberto recorriendo esas calles, atravesando esas carreteras o buscando refugio en lugares que existen de verdad.
Además, me interesaba incluir ciertos detalles, especialmente del Castillo de Calatrava, que es un enclave con una carga simbólica muy potente: un bastión del pasado convertido en el último refugio de un futuro en ruinas.
Personajes secundarios con fuerza
En EL FINAL no hay personajes de relleno. Aunque Paco es el punto de partida, muchos otros tienen su momento de luz y simbolizan distintas caras de la humanidad. Cada uno de los personajes, tiene su papel protagonista a lo largo de la historia.
- Rubén, un hombre endurecido por la pérdida, representa la culpa y la redención.
- Alejandra, que aparece más adelante, encarna la resiliencia y el valor de seguir adelante pese a todo.
- Gutiérrez, un militar con un código moral férreo, muestra el conflicto entre el deber y la compasión.
- Ferrete, un soldado entregado y fiel a sus hermanos de armas. Cuyo enorme corazón combina la vida castrense y familiar.
Todos ellos aportan profundidad, hacen que la historia respire y recuerdan que en un apocalipsis nadie es solo héroe o villano. Existe una combinación entre ambos sin llegar a los extremos.
El simbolismo de los zombis
Los zombis en EL FINAL no son solo monstruos: son un espejo de lo que queda del ser humano cuando pierde su esencia. Representan el miedo a la pérdida de identidad, la deshumanización, la masa que actúa sin pensamiento propio.
Pero también sirven como contraste frente a quienes, en medio del caos, siguen aferrándose a la empatía, al compañerismo y a la esperanza. En realidad, el verdadero “virus” de la historia no es biológico: es la indiferencia, el egoísmo y el miedo que nos separa. Esa pérdida de valores que se hace eco en EL FINAL y que los protagonistas luchas por no perder a lo largo de su recorrido.
Escenas que no entraron en la versión final
Durante la escritura hubo muchas ideas que quedaron fuera, no porque no me gustaran, sino porque rompían el ritmo o desviaban la atención. Una de ellas mostraba a Paco antes del brote, en una escena cotidiana con su familia; otra, una versión más larga del viaje hacia Almagro, con un encuentro que finalmente decidí eliminar para mantener la tensión.
Guardo esos fragmentos con cariño. Tal vez algún día vean la luz como relatos cortos o contenidos extra del universo de EL FINAL. Otras aventuras, descartadas dentro de la historia, hubieran desviado al grupo de sus objetivos pero las guardo en el baúl para más adelante.
Curiosidades del proceso
EL FINAL tuvo varios borradores. Empecé escribiendo a mano, en cuadernos y folios sueltos, hasta que reuní el valor para pasarlo todo al ordenador. Reescribí muchas escenas, especialmente las más intensas emocionalmente. Releía los diferentes capítulos y según crecían los personajes había cambios del manuscrito original.
La música también jugó un papel importante: bandas sonoras de películas apocalípticas y temas instrumentales que me ayudaban a visualizar cada momento. Entre las películas que me inspiraron están 28 días después, Soy leyenda y Guerra Mundial Z, pero también otras menos conocidas que exploraban el lado humano del desastre.
Para terminar…
EL FINAL nació de la necesidad de imaginar cómo reaccionaríamos si todo se derrumbara, pero también del deseo de mostrar que incluso en la oscuridad puede haber luz. Me gustaba exponer las carencias del ser humano en determinados momentos, pero también la amabilidad, el cariño y la perspectiva de una nueva vida que resurge.
Cada escenario, cada personaje y cada zombi es una pieza de ese mensaje: el fin del mundo no siempre significa el fin de la esperanza.
Y ahora te toca a ti…
Cada lector vive EL FINAL de una manera diferente: algunos se quedan con la acción, otros con los personajes, otros con los mensajes que hay detrás del caos.
Cuéntame en los comentarios:
- ¿Qué simbolizan para ti los zombis?
- ¿Qué personaje secundario o protagonista te gustaría conocer mejor?
- ¿Qué lugar de la novela te gustaría visitar si el mundo realmente se viniera abajo?
Tu visión también forma parte de este universo.
Porque el fin del mundo puede ser oscuro… pero siempre hay espacio para nuevas historias. Historias que verán la luz.



