Los sueños representan miedos y deseos ocultos; algunas veces latentes, otras, indescifrables. Y aunque el grueso de la gente cree conocerse a sí misma, lo natural es la ignorancia, la ocultación inconsciente del verdadero Yo; o, simplemente, el miedo a descubrirse ante el espejo. Primero Platón, luego Descartes, afirmaron la gran dificultad que implica discernir entre el sueño y la vigilia. ¿Cómo saber en qué momento se sueña y en cuál se está despierto? Saberlo, tal vez podría arrastrarnos a caer en <<lo siniestro>> que, para Schelling primero, luego para Freud, supondría el descubrimiento de situaciones destructivas para la estabilidad existencial… o la existencia misma. C.I.S.E.



