fbpx

Silencios callados

SILENCIOS CALLADOS

Cómo quisiera volver al tiempo,

retomar mi vida, tornar al comienzo.

Raíces profundas que apenas recuerdo

Silencios callados: callados o inciertos.

Siiii!! No digas nada, las paredes oyen y

rejas no quiero. Llanto y más llantos y muchos

desprecios. Aquella chiquilla – piel de terciopelo.

Cargando la ropa, tabla, lavadero

con una rodilla sobre mi cerebro.

Camino al arroyo, el camino viejo

mis tiernas manitas rompían el hielo.

Pobre niña pobre, el polvo en el suelo

abrojos punzantes clavan en mis dedos

aquellos deditos de niña tan tiernos,

sandalias de goma verano e invierno.

Tropel de caballos se oye a lo lejos

voces de pastores, don-don de cencerros,

que avisan que toros vienen desde lejos,

¡Súbete a la encina! ¡¡corre, que no hay tiempo!!

Pobre niña pobre, llorando en silencio

por miedo del toro, también del vaquero.

Culebras, lagartos, escorpiones negros,

cruzan los caminos – caluroso infierno.

Rebaños de cabras, pastores, cabreros

sombreros mojados; van a paso lento

con su manta al hombro, cigarrillo negro

sombras del camino de carrascos muertos.

(Dialecto Extremeño)

En la viejha cesta la comida llevu, un “cachu”

de pan, naranjha y un huevu, agua del arroyu

con mi manu bebu. Porque hay que comel que

jhabri no tengu, por que hay que bebel y

de sed me mueru.

Pobre niña pobre, sin libro de texto, solo una

pizarra con un lapicero.

Dos y dos son cuatro que dicen los viejos,

y si ellos lo dicen; yo todo lo creo.

Creencias sin dudas y mucho respeto.

De mientras la ropa que lavo y la tiendo

vuelan por mi mente muchos pensamientos.

Conocer quisiera otro mundo nuevo

donde no haya arroyos ni ropa en el cesto.

Ya: tiempos lejanos que me fui y no he vuelto.

Miedos olvidados, futuro más cierto, mente

más despierta, zapatos ya tengo – y medias de seda,

y vestido nuevo. Crecieron las manos de niña en silencio.

Pasaron los años, vuelven los recuerdos

aquellos de antaño de tanto silencio.

Buscar mis raíces es lo que ahora quiero.

Raíces profundas buscar en mi pueblo.

Un mundo embarrado es lo que ahora encuentro

terrenos baldíos, recuerdan a muertos.

No encuentro el arroyo, ni gente en el pueblo.

Mis manos de niña, fruncidas observó.

Campos de algodones ya todos desiertos.

Pobres campesinos de trabajo exentos.

Malditos recortes, miseria en los pueblos.

Triste Extremadura, es lo que me encuentro.

Pobre niña pobre…sin raíz ni pueblo.

Hortensia Alcalá García.

Silencios callados (POBRE NIÑA POBRE)».

Publicado en Blogs de autores

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.