Cuando se me ocurrió publicar mi novela, hice algo poco habitual: envié un borrador del libro a varias editoriales de coedición, autoedición y «tradicionales»—que demostraron no serlo—, pero había algo extraño en este envío ( yo a veces soy así): mi historia no estaba acabada ni revisada.
Apenas pasaron un par de días y recibí las respuestas emocionadas de dos o tres editores. En ellas se ensalzaba mi magnífico trabajo y la originalidad de la obra, y me animaban a editar con ellos, después de someter el escrito a una corrección profesional, claro…
Al principio me ilusioné mucho. Nunca pensé, hasta ese día, que alguien pudiera fijarse en mis pobres letras, y mucho menos atreverse a poner su sello editorial en la portada de La lágrima oscura. Pero, pasada la euforia, algo me rechinaba: la editorial en la que más había puesto mis ilusiones no me había dicho ni pío. Pasaron quince días. Un mes. Estuve a punto de elegir otra empresa para culminar mi proyecto. Hasta que un día recibí una respuesta: me decían, más o menos, que les había mandado un borrador inacabado y con un error garrafal en el uso del narrador en primera persona. Me animaron a leer, releer, escribir, reescribir durante semanas —o meses, si fuera necesario —, y me decían que estarían dispuestos a realizar otra valoración.
Así lo hice y más abajo tenéis mi novela.
Esta editorial es ExLibric, y está formada por un equipo de profesionales amables, capaces y honestos hasta lo inimaginable en los tiempos que corren.
Mi expectativas se han superado, y los compromisos del contrato también.
Sé, por los lectores, que han tenido acceso a mi novela en países como Argentina, Colombia, Reino Unido, Francia y Alemania. Además, en el resumen de ventas del 23 ( para eso son muy serios) me han abonado una venta en Nueva York…También otra en México…
Y en España, por supuesto, La lágrima oscura se puede conseguir en librerías bajo pedido y en casi todas las plataformas.
Estoy encantado, la verdad.
Así que con un final feliz —aunque no es el final, es el principio—, colorín, colorado…este cuento aún no ha acabado.
Gracias, ExLibric.
Francisco Javier Palma Sellés.
La historia de una historia.
11/07/25



