“He vuelto a ti en forma de aroma, en un sueño, en un nombre que resuena sin ser llamado.
No vengo a inquietarte, sino a recordarte algo que habías guardado en silencio:
la pureza de tu primer amor, la ternura que un día diste sin miedo, la luz que te hacía sonreír sin razón.
No es ella, es lo que ella despertó en ti.
Ese niño que creía en los encuentros mágicos, en las miradas sinceras, en la conexión invisible entre dos almas.
Has crecido, has vivido, has aprendido… pero esa esencia tuya sigue viva.
El universo te la devuelve hoy, envuelta en recuerdos, para decirte que aún puedes sentir de esa manera.
No temas si su nombre vuelve, si su presencia se siente.
No es una sombra del pasado: es un puente hacia tu propia verdad.
Abre el corazón sin buscar, solo sintiendo.
Porque lo que estás recordando no es a una persona:
te estás recordando a ti mismo, al amor más sincero que alguna vez fuiste.”
No vengo a inquietarte, sino a recordarte algo que habías guardado en silencio:
la pureza de tu primer amor, la ternura que un día diste sin miedo, la luz que te hacía sonreír sin razón.
No es ella, es lo que ella despertó en ti.
Ese niño que creía en los encuentros mágicos, en las miradas sinceras, en la conexión invisible entre dos almas.
Has crecido, has vivido, has aprendido… pero esa esencia tuya sigue viva.
El universo te la devuelve hoy, envuelta en recuerdos, para decirte que aún puedes sentir de esa manera.
No temas si su nombre vuelve, si su presencia se siente.
No es una sombra del pasado: es un puente hacia tu propia verdad.
Abre el corazón sin buscar, solo sintiendo.
Porque lo que estás recordando no es a una persona:
te estás recordando a ti mismo, al amor más sincero que alguna vez fuiste.”



