—Hola.
—¿Quién eres?
—Soy tu corazón.
—¿Mi corazón? ¿Y qué quieres de mí?
—He venido a recordarte algo: nunca pierdas a la persona que tienes a tu lado. Vosotros dos sois almas gemelas. Nadie te conocerá ni te cuidará como ella. Hemos vivido juntos momentos que el tiempo no podrá borrar. Ella… es para ti.
—Lo sé. La amo con todas mis fuerzas. Estoy profundamente enamorado. No hay día ni noche en que no piense en ella. Tú lo sabes mejor que nadie, porque eres tú quien late cada vez que la recuerdo. Me despierto con su nombre y me duermo con su voz en mi mente.
—Y por eso estoy aquí. Porque también yo la amo. Su corazón y el mío están unidos por algo que no se puede explicar. Cuando está cerca, siento que todo dentro de mí se ilumina. Estar a su lado es como vivir hechizado por el amor.
—Tranquilo, corazón. No tengas miedo. Ella es solo para mí, y yo solo tengo ojos para ella. Juntos formaremos una familia, un hogar donde el amor no tenga distancia. Ya falta menos para que podamos abrazarnos sin despedidas y darnos todo lo que guardamos dentro.
—Sí… también yo lo deseo. Que la distancia se apague pronto, y solo quede lo que sentimos: un amor que ni el tiempo ni los kilómetros podrán separar.
—¿Quién eres?
—Soy tu corazón.
—¿Mi corazón? ¿Y qué quieres de mí?
—He venido a recordarte algo: nunca pierdas a la persona que tienes a tu lado. Vosotros dos sois almas gemelas. Nadie te conocerá ni te cuidará como ella. Hemos vivido juntos momentos que el tiempo no podrá borrar. Ella… es para ti.
—Lo sé. La amo con todas mis fuerzas. Estoy profundamente enamorado. No hay día ni noche en que no piense en ella. Tú lo sabes mejor que nadie, porque eres tú quien late cada vez que la recuerdo. Me despierto con su nombre y me duermo con su voz en mi mente.
—Y por eso estoy aquí. Porque también yo la amo. Su corazón y el mío están unidos por algo que no se puede explicar. Cuando está cerca, siento que todo dentro de mí se ilumina. Estar a su lado es como vivir hechizado por el amor.
—Tranquilo, corazón. No tengas miedo. Ella es solo para mí, y yo solo tengo ojos para ella. Juntos formaremos una familia, un hogar donde el amor no tenga distancia. Ya falta menos para que podamos abrazarnos sin despedidas y darnos todo lo que guardamos dentro.
—Sí… también yo lo deseo. Que la distancia se apague pronto, y solo quede lo que sentimos: un amor que ni el tiempo ni los kilómetros podrán separar.



