Lo más duro de esta vida es levantarse después de caer. pero lo bien que te sientes cuando te levantas, sobre todo cuando llevas unas cadenas que no puedes tan apenas sostener de lo ancladas que están en la tierra para intentar hundirte. Pero tú, con la fuerza interior que te caracteriza la consigues arrancar del suelo y te levantas más fuerte de lo que te tumbaron. Nadie te puede tumbar si tú no quieres. Hay que tener bien claro que solo nos tumban quien nosotras queremos que nos tumben. Aunque no lo sepamos la fortaleza sale de lo más profundo de nuestro ser. El dolor duele, como la palabra lo define, las cicatrices brotan de ese dolor, pero es la marca de la victoria, del superar todo lo encontrado en este camino que se llama vida.
Las guerreras japonesas feudales «onna bugeisha». Eran mujeres de los samuráis que estaban en la guerra. Ellas defendía su feudo y a su familia en ausencia de su marido e incluso habían algunas que eran llamadas a la guerra.
Creo que debo tener algún antepasado de ellas…



