María José Casanueva nació un 11 de septiembre de 1956 en Salamanca, ciudad que marcó profundamente su vida y a la que, aunque sea con el pensamiento, siempre regresa. Nostalgia de los recuerdos, de su juventud, de su época universitaria, de los rincones de su ciudad y de sus piedras doradas zurcidas en infinitas formas; nostalgia del camino recorrido hasta llegar al lugar donde hoy se encuentra. «Como decíamos ayer…», frase que revolotea en su memoria. Allí transcurrieron su infancia, su adolescencia y gran parte de su juventud. Fue en su universidad donde comprendió cuán grande era su ignorancia e inició la aventura del conocimiento en dos vertientes muy dispares: los estudios de enfermería y, llevada por el amor a las palabras, a otro país y a la belleza de su lengua, la licenciatura en Filología Francesa. Ambas formaciones la llevaron a otros destinos. Primero a Santa Cruz de Tenerife, donde trabajó en diferentes clínicas y en el servicio de urgencias. Más tarde, a Málaga, donde orientó su vida profesional hacia la docencia. María José Casanueva sigue habitando con intensidad la memoria de sus orígenes, el valor del aprendizaje y el impulso constante por comprender y compartir el mundo a través de sus experiencias.