Elegir es renunciar. Para alcanzar el más alto sueño, debes estar dispuesto a hundirte en el más abyecto suelo. El riesgo superlativo es el único camino hacia el logro trascendental. Así, sólo con sangre se paga la victoria. Los sueños se degradan al bañarse en el río de la verdad. Destinados a su propia extinción, el cuerpo y el esfuerzo van cayendo al avanzar. Pero sólo por esto vale la vida. Quien no está dispuesto a todo por alcanzar lo buscado, no merece alcanzar una muerte tranquila. Sí, llegamos a la vida degradados y vencidos, pero vale la pena morir, si alguna vez, de verdad, se ha vivido. Este es el fondo de «Degradación», esta es la voz oculta tras las letras. C.I.S.E.




2 comentarios
La vida es breve y las fuerzas aún más. Por eso es necesario apresurarse. Excelentes historias las de este autor.
Muchas gracias Jesús, por tu comentario. Saludos.