En Augusta, una ciudad ni mediana ni grande que no sale en los medios de comunicación nacionales, salvo catástrofe o si toca la lotería de Navidad, un profesor enfrentado con el mundo aparece muerto en su instituto en extrañas circunstancias. Dos mujeres policías, la inspectora Arbués y la subinspectora Setefilla, deberán esclarecer el caso. Recogen testimonios de compañeros del difunto, de alumnos y de otras personas para ir descubriendo su compleja personalidad. Analizarán las grabaciones de las cámaras del instituto, interrogarán a sospechosos y mantendrán contactos con la juez del caso, la viuda, el forense, el comisario jefe…
La directora del instituto tiene un amplio historial de conflictos con el difunto, que salen a la luz durante la investigación, al igual que las actitudes de otros compañeros. En el caso interfieren las reacciones de las autoridades educativas y de algún medio de comunicación. Todo ocurre en tres días. Tras conocer los resultados preliminares de los estudios de la policía científica y de la autopsia, se descubre que nada es lo que parecía.
