Una lluviosa noche, un hombre desciende del tren sin más equipaje que él mismo, aunque cargado con el deseo de encontrar en aquel pueblo una nueva vida, un rincón en el que echar raíces. Un río premonitorio, con el que siente un vínculo especial desde que lo ve por primera vez, será el escenario donde sus pensamientos darán forma a su existencia. Juan descubrirá en este lugar una nueva forma de ver la vida, se percatará del fuerte poder que la naturaleza ejerce sobre él y comprenderá que el mayor de los tesoros, por muy escondido que parezca, no reside en cuestiones materiales o inaccesibles, sino que aguarda en los pequeños detalles cotidianos, en realidades que están más cerca de lo que pudo imaginar.